A partir del año 2015, se reafirmó la obligatoriedad para las sociedades de cualquier tipo de llevar el Libro de Registro de Acciones y Actas; para las Fundaciones de Interés Privado el Registro del Libro de Actas.
La normativa que modificó el artículo 71 del Código de Comercio, Ley 22 de 27 de abril de 2015, permite a las personas jurídicas mantener dichos registros en libros y en medios electrónicos.
El incumplimiento en el deber de mantener el registro de las acciones y las actas, permite a la autoridad competente, comunicarlo al Ministerio de Economía y Fianzas, a fin de que imponga una multa.
El computo de la multa a imponer, iniciará desde el momento en que se impone la sanción, con un monto máximo de hasta cien balboas (B/.100.00) diarios y por el período que dura la situación de incumplimiento.
En caso que la persona jurídica muestre renuencia evidente al cumplimiento de la obligación, se notifica al Registro Público de Panamá para que se realice una anotación marginal, la cual impedirá cualquier trámite que se requiera en dicha entidad.
La obligatoriedad de mantener al día los registros de la sociedad y las fundaciones de interés privado, le compete a ésta, Es necesario que realice la anotación de las actas que expida, las que deben constar en el Registro de Actas.
Es una práctica común de las entidades financieras (bancos, casas de valores, compañías de seguro) en cumplimiento de la política de “Conoce a tu Cliente”, requerir información de los tenedores y proporción, de las acciones de la sociedad.
La información debe suministrarse bajo gravedad de juramento, lo que puede conllevar implicaciones penales, si se suministra la información de la composición accionaria sin mantener el respaldo del Registro de Acciones.
|